Han pasado diez años desde que los Booty Hunters, respondiendo a una invitación de Rocksound, decidieron poner del revés las fechas navideñas. Una década en la que el concierto de Navidad se ha institucionalizado como una tradición más de las fiestas, como hacer cagar el Tió, ponerse hasta el culo de gambas, devorar canelones, cantar villancicos beodos con tu cuñado y llenarse el estómago de escudella y carn d’olla.

Una celebración de la que puedes esperar cualquier cosa, a la que tienes que acudir desprovisto de prejuicios y de ideas preconcebidas, solo necesitas saber que vas a ver sobre el escenario a la banda más salvaje del Baix Llobregat y alrededores. Un aquelarre sonoro que viaja desde el country hasta el punk, pasando por el metal, el bluegrass, la rumba y la música zíngara. Cualquier cosa es posible en manos de la piara indecente. Y cuando digo cualquier cosa, es cualquier cosa.

Para celebrar este décimo aniversario van a tirar la casa por la ventana, La (2) de Apolo será testigo de la resurrección milagrosa del mismísimo Elvis, de Sergi Estella transformado en un Santa Claus desquiciado y coñón y de un montón de sorpresas e invitados más que no te vamos a desvelar. Tendrás que venir para vivirlo en primera persona y poder contarles a tus nietos que estuviste allí.

Así que ráscate el bolsillo, compra las entradas, plancha tus mejores galas, ensaya un buen repertorio de onomatopeyas, desde ¡Yeehaw!, hasta ¡Yihaaa!, y ven dispuesto a disfrutar de la noche más loca y bizarra del año.

Foto: Desi Estévez